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¿Cuándo comienza la posesión del balón? Este momento puede establecerse en el momento del primer contacto del jugador con el balón o, de forma más realista, se considera que el balón está en posesión de un jugador cuando se encuentra alrededor de su espacio de acción. La posesión del balón puede definirse entonces como sigue:
La posesión del balón por parte del equipo es una secuencia de fases de posesión individual del balón, que se compone de una o varias fases en las que se puede realizar una acción con el balón, convirtiéndose en acciones individuales con el balón. Es posible que una acción individual con el balón se separe de las fases sin control del balón (mientras el balón está en el aire, por ejemplo). Un control individual del balón es una acción individual del balón en la que está presente el control del balón. El control de balón del equipo es la unión de todas las fases de balón del equipo; la realización del juego del equipo es el control de balón del equipo más las fases de vacío intermedias.
El intervalo de tiempo en el que un jugador puede realizar una acción con el balón se separa entonces de esta simple definición de posesión del balón. Este intervalo ya no incluye el tiempo que transcurre desde el pase del balón hasta el inicio de la posesión individual del siguiente jugador. Es importante hacer esta distinción, ya que la configuración en el terreno de juego durante este intervalo de tiempo determina las opciones tácticas disponibles y sus posibilidades de éxito.
1 IntroducciónLas innovaciones tecnológicas de los últimos años, especialmente en el ámbito de los sistemas de seguimiento, están dando lugar a un volumen de datos cada vez mayor en el deporte. Estas enormes cantidades de información plantean nuevos retos a la hora de analizar e interpretar estos datos. Lo que se necesita son respuestas a cuestiones como la forma en que los clubes deportivos pueden aprovechar mejor las posibilidades que se les ofrecen para analizar las tácticas de juego, gestionar los procesos de entrenamiento y tomar mejores decisiones en materia de fichajes; la forma en que las empresas de medios de comunicación pueden utilizar esta información para ofrecer productos de cobertura de los partidos mejores y más innovadores; y la forma en que se pueden obtener nuevos conocimientos científicos sobre la naturaleza de los fenómenos deportivos en general y los factores que influyen en el rendimiento.
En el fútbol, los Proveedores de Información de la Competición (PIC) y la corriente principal de la ciencia del deporte utilizan tradicionalmente indicadores de rendimiento relativamente sencillos, como los tiros a puerta, el número de pases, las entradas ganadas, la posesión del balón por parte del equipo, la distancia recorrida o los mapas de calor [1-3]. Aunque algunos de estos indicadores estándar pueden generarse fácilmente a partir de los datos brutos, su utilidad para el análisis del rendimiento debe considerarse con cierto grado de escepticismo [4,5].
El análisis del rendimiento en el fútbol masculino se encuentra actualmente en una época de expansión, tanto cuantitativa como cualitativamente, en lo que a estudios se refiere. Encontrar las vías o caminos que ayuden a maximizar las posibilidades de éxito de un equipo debe ser una de las máximas aspiraciones de la investigación científica. A diferencia de otros deportes como el baloncesto o el balonmano, el fútbol es un deporte que se caracteriza por su baja puntuación en el marcador (Tenga et al., 2010). El estudio de diferentes variables situacionales en el fútbol puede ayudar a aumentar el número de goles y el éxito de los equipos.
Una de las variables situacionales analizadas en el fútbol de alto rendimiento es el estado del partido (ganar, empatar o perder). El estado del partido está determinado por el resultado momentáneo del partido en el momento en que se registra un comportamiento (Bloomfield et al., 2005). El efecto de esta variable situacional en el juego se manifiesta en los cambios en el comportamiento de los jugadores y los equipos en respuesta a las exigencias del marcador.
Por el contrario, los estudios de Bloomfield et al. (2005), Taylor et al. (2008) y Casal et al. (2017) discrepan de estos resultados y afirman que el mayor tiempo de posesión lo realizan los equipos que van ganando. Algunas de las posibles causas de estas diferencias podrían radicar en los diferentes estilos de juego de los equipos y en el tipo de competición (campeonatos de liga y campeonatos basados en eliminatorias).
El pase del balón es una parte fundamental del fútbol de asociación. El propósito de los pases es mantener la posesión del balón maniobrando sobre el terreno entre diferentes jugadores con el objetivo de hacerlo avanzar por el campo de juego[1].
Los pases suponen una ventaja en el sentido de que el equipo se asegura la posesión del balón, sin permitir que el rival tenga la oportunidad de atacar. La habilidad de regatear el balón se ve mucho menos en los partidos de fútbol modernos que en la primera mitad del siglo XX. Esta observación es a menudo observada con pesar por los aficionados al juego que estaban familiarizados con los estilos más antiguos.
El objetivo de un pase largo es cambiar de jugador o encontrar a un compañero en el espacio. Un pase largo suele ser más ofensivo que un pase corto, pero esto puede depender de la ubicación del jugador en el campo. Si el jugador quiere conducir su pase, debe acercarse al balón en un ángulo de 30 grados para que haya espacio para pasar su pierna de pateo. El jugador utiliza los brazos para mantener el equilibrio, coloca el pie que no patea cerca del lado del balón y mantiene la vista en el mismo[2].